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Helado de yogur y cerezas

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Dificultad: Dificultad baja
Tiempo: Más de 2 horas

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kcal: 121 6%

Azúcares: 14g 15%

Grasas: 5,2g 8%

Grasas saturadas: 2g 11%

Sal: 0,1g 1%

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Modo de preparación

Calentamos la leche con una pizca de vainilla. Una vez que ha hervido, dejamos enfriar. En un recipiente aparte, batimos el yogur con las yemas de huevo y vamos agregando despacio la leche aromatizada hasta que quede homogénea. Pasamos la mezcla a un recipiente apto y congelamos. Es importante remover de vez en cuando para que no se cristalice hasta que tome consistencia de helado, durante 5 horas. Troceamos unas cerezas y mezclamos con el helado cuando está empezando a congelarse y tiene cierta densidad. Una vez congelado el helado, sacamos unas bolas y servimos en copas anchas acompañado de unas cerezas frescas que, mezcladas con los trocitos congelados, nos aportarán un rico contrapunto.

Consejo nutricional

El consumo de este cremoso helado nos aporta el calcio y proteínas de calidad del yogur y la leche; vitaminas y minerales de la fruta fresca, en este caso las cerezas; y vitaminas liposolubles como la vitamina D (necesaria para la óptima asimilación del calcio) que nos aporta la grasa de las yemas de los huevos (el colesterol que contienen ya se ha visto que no influye en los niveles de colesterol en sangre, y que hasta 8-10 huevos semanales no contribuyen al aumento del riesgo cardiovascular). Es un buen ejemplo de como un plato que normalmente se asocia con un exceso de grasa, azúcares y calorías lo podemos hacer en casa mejorando sustancialmente las propiedades nutricionales, aprovechando el dulzor de la fruta en su mejor momento, y convirtiéndolo en un postre o merienda saludable que puede estar presente de forma habitual en la dieta de toda la familia. Puede ser especialmente idóneo para los más pequeños de la casa, ya que es una preparación muy típica del verano que les encanta.