Garbanzos con espinacas y bacalao

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Dificultad
Dificultad baja
Tiempo
Más de 2 horas
Garbanzos con espinacas y bacalao

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kcal
359 18%
Azúcares
2,5g 3%
Grasas
13g 18%
Grasas saturadas
1,6g 8%
Sal
0,5g 8%
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Modo de preparación

Ponemos los garbanzos en remojo la noche anterior. Ponemos el bacalao a desalar durante 24 horas, cambiando el agua al menos cada 8 horas. Sacamos el bacalao del agua, le quitamos la piel y las espinas, lo secamos y desmigamos. Lavamos las espinacas, las escurrimos y las troceamos. Ponemos una olla al fuego con agua abundante y agregamos la mitad del aceite, los ajos enteros, sin pelar y con un corte y media cebolla pelada. Cuando esté a punto de hervir añadimos los garbanzos y dejamos cocer a fuego lento, tapados, hasta que estén tiernos (unas 2 horas). A continuación agregamos el bacalao y las espinacas y dejamos cocer durante unos 10 minutos todo junto. Mientras tanto, ponemos al fuego una sartén con el resto del aceite, cuando esté caliente, bajamos el fuego y añadimos el resto de la cebolla bien picada, removiendo. Cuando la cebolla esté blanda, añadimos el pimentón, removiendo bien para evitar que se formen grumos y se queme el pimentón, añadimos unas cucharadas del caldo de los garbanzos, mezclamos todo bien, subimos el fuego y rehogamos moviendo con una cuchara de madera durante 1 minuto. Vertemos en la olla de los garbanzos, removemos y dejamos cocer a fuego lento durante unos 15 minutos, con la olla destapada.
Los garbanzos, al igual que el resto de legumbres, destacan por sus interesantes cualidades nutritivas. Son buena fuente de hidratos de carbono complejos, proteínas vegetales, vitaminas, minerales y fibra. Aportan una cantidad muy baja de grasa y si se cocinan con alimentos que no aumenten el contenido en grasa (sin chorizo, morcilla, tocino...), como en este caso, son un plato más que recomendable para llevar una alimentación saludable. Las espinacas enriquecen al plato en vitaminas, minerales, fibra y sustancias con acción antioxidante, entre las que destaca la provitamina A y el ácido fólico. Con el contenido de espinacas y cebolla, añadimos una ración de verdura a la receta. Además, lleva una pequeña cantidad de bacalao, lo que suma proteínas de alta calidad sin aportar apenas grasas puesto que el bacalao es un pescado blanco, y da un sabor muy característico al plato. En definitiva, resulta una receta muy completa que bien puedo tomarse como plato único.  

Ingredientes (4 personas)

  1. 250 g de garbanzos
  2. 250 g de espinacas
  3. 200 g de bacalao
  4. 50 ml de aceite de oliva
  5. 150 g de cebolla
  6. 2 dientes de ajo
  7. Pimentón dulce
  8. Una pizca de sal

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