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Lehengo moduko marmeladak eta egungo enpresariak
Lan-aukeren falta da herriak hustearen arrazoietako bat, baina Luisa Pablos errealitate horren aurka borrokatu da, eta abagune bat aurkitu zuen besteentzat arazo bat baino ez zen egoera batean.
Luisa txikitako herrira itzuli zen helburu zehatz batekin: marmeladen bidez bere herriaren alde borrokatzea. Ahizparekin batera, Mermeladas Vicora sortu zuen, eta Sedillesko nekazariek bildutako fruta eta barazkiekin egiten dituzte marmeladak. 100 biztanle baino ez ditu herri horrek, baina, emakume honi esker, jende askok mapan kokatzen daki jada.
Modu natural eta tradizionalean egiten dituzte marmeladak: tokiko fruta eta/edo barazkiak, azukrea kontserbagarri natural gisa, eta limoi-ura. Gainera, Luisa eta haren ahizpa ez dira ari gustatzen zaiena egiten, besterik gabe: herriko jendeari lana emateko gai izan dira, herria bera hazaraziz, eta horrek asko harrotzen ditu. Hala erakusten du ikustera gonbidatzen zaitugun bideo honek.
Mi infancia, cuando yo era pequeñita, nuestras vacaciones eran venir al pueblo, venir a Sediles.
Aquí era una libertad… Estar siempre con los amigos en la calle jugando, corriendo, irnos a los campos y comerte ahí unos buenos melocotones, irte a bañar a las balsas, las trastadas que se hacían…
Me llamo Luisa Pablos y soy una mujer que cuenta.
Era mi gran ilusión, volver aquí. Tenía muchas ganas de volver aquí, la verdad. En la ciudad tenía mi trabajo, tenía mis amigos, pero el nivel de vida y la calidad de vida que hay aquí en el pueblo no la tenía allí. Entonces para mí había un vacío que no sabía cómo llenarlo. Y la verdad es que cuando me vine aquí fue una satisfacción plena.
«Y ya empezamos en breve con la cereza, ¿eh? Los nuestros no se han helado, o sea que yo creo que cosecha tendremos de cereza. Y melocotones el Miguelín también. Esta mañana estaba por ahí.»
La vida del agricultor todo el mundo sabe que es muy complicada, es muy difícil. Muchas veces vendía la fruta sin precio, luego no les pagaban… Y decidimos lanzarnos y decir: «Oye, queremos quedarnos en el pueblo y queremos vivir en el pueblo, y queremos que los productos de los agricultores de aquí sean reconocidos». Y una manera de poder darles salida fue a través de las mermeladas.
Bueno, la gente decía que estábamos locas, que montar un negocio en un pueblo tan pequeño que eso no podía tener salida. La gente, la verdad, ahora cuando ven nuestras mermeladas en distintas tiendas de Aragón, incluso ya en alguna de fuera de Aragón, pues se enorgullecen: «Son las mermeladas de mi pueblo». Gente que vive en Zaragoza, que vive en Huesca…
Se está dando salida al producto local. La gente esto empieza a valorarlo y a decir: «Jolín, pues ¡qué valientes son!»
Elaboramos como se ha elaborado toda la vida. Yo tengo los recuerdos de mi abuela, hacer una mermelada de tomate, hacer una de melocotón, con todo lo que tenían en el campo: fruta, azúcar, que es el conservante natural, y el zumo de limón que es el antioxidante que hace que la mermelada se conserve con el tono que sale a la hora de cocer.
Nosotras tenemos muy claro que queremos continuar, que queremos que nuestro pueblo crezca y que lo conozcan en muchos sitios. Esta es nuestra gran ilusión; luchar por nuestro pueblo y que no marche todo el mundo. A través de nuestras mermeladas y también a través de dos almazaras de aceite Sediles se está conociendo, un pueblo de cien habitantes. La verdad, enorgullece.
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