“Sí. ¡Claro que es bueno que sea de aquí! Entre otras cosas, para recuperar los sabores de toda la vida o para que nos puedas poner cara a quienes cultivamos las fresas que ya cultivaban nuestros padres, ¡de la mata a la mesa! Estas fresas no necesitan azúcar llevan la dulzura dentro.”  María y Alfonso desde Manacor.

“Es que si queremos que haya futuro, hay que apostar por lo de aquí, mi ilusión es crear trabajo en el pueblo y que los jóvenes no tengan que marcharse fuera.” Luisa lleva un trozito de su pueblo, Sediles, en cada mermelada.

“Lo justo es que, si mi hijo Edorta quiere, pueda seguir con la tradición familiar ¡y hacerlo crecer todo!, porque es mucho más listo que yo.” Patxi lo tiene claro, trabajar el entorno, el producto local, las ovejas… es apostar por el futuro de nuestro entorno.

“Siempre digo que el salitre corre por mi sangre. Desde 1936, mi abuela emprendió sola una actividad que, a lo largo de los años, todas las generaciones de mi familia la han hecho cada vez más grande hasta llegar a mí, a mis hermanos y a mis primos.” Ana, Lonja de Ribeira.

“Desde el inicio de nuestra actividad tuvimos claro que nuestras vacas tienen que ser criadas a campo abierto, en su propio hábitat, esto me lo enseñaron mis padres y esto lo aprendió mi hijo, que después de graduarse de la Universidad seguramente lo mejorará todo.” Suso, Ganadero de Mesía.

“Siempre tuve claro que mi futuro estaba ligado al campo, y con los años mis hijos reafirmaron ese pensamiento, todos a la vez, desde la herencia de mis padres hasta el legado para mis hijos, trabajamos en un producto de calidad y con sentimiento cuidando la tierra generación tras generación.” Sandra, Agricultora socia de la Cooperativa HORSAL en el Salnés.