Hablamos con Beatriz Ochoa, Directora administrativa, comercial y de marketing de Bodegas Ochoa
En Bodegas Ochoa dicen “que la genética tira” y que, quizás por eso, toda la familia lleva desde 1845 viviendo, trabajando, amando el vino, un protagonista omnipresente en su casa y bodega. Nuestra relación con esta bodega es larga y estrecha, de esas que siempre se recuerdan ahí, tanto que ha habido que tirar de archivos para buscar una fecha aproximada ¿1997? En ese año ya consta que vendíamos tres de sus caldos, un vino rosado, un tinto joven y un crianza.
Un placer compartir camino con esta empresa local navarra en la que trabajan 17 personas, capitaneadas por dos hermanas -la sexta generación-, que únicamente producen vino de las uvas que proceden de sus cepas y crecen bajo su filosofía de máximo respeto a la viña y al medio ambiente.
Desde el año 2015 avanzan en la certificación de sus uvas y olivos en ecológico con el CPAEN y este año, que celebran su 175 aniversario, hablamos con Beatriz Ochoa. Justo en unos días en los que a nivel general se empieza a recuperar la normalidad, aunque durante el estado de alarma en Bodegas Ochoa han mantenido su actividad, porque como bien dicen, el viñedo ecológico no entiende de virus.
¿Cómo nace Bodegas Ochoa?
Somos una empresa familiar, fundada en 1845 en Olite. En 1920 nuestro abuelo Adriano tomó las riendas del negocio y le dio un giro hacia vino de calidad. Tenía 80 hectáreas de viñedo y lo vendía en pellejos y barricas, pero algo lo vendía embotellado, ése era el vino especial. En los años 60, tras la temprana muerte de Adriano, nuestro padre Javier Ochoa con tan solo 20 años tomó las riendas del negocio y le dio una nueva vuelta de tuerca enfocándose al vino de calidad, exclusivamente embotellado. En los años 80 junto con su mujer Marivi se orientaron a la exportación, cuando pocas bodegas salían a vender fuera de España, pero sin olvidar el mercado de proximidad. Y en el año 2000 comenzamos a trabajar en el negocio tanto Adriana como yo. Mi hermana se encarga de la parte técnica del negocio y yo de la comercial junto con un equipo estupendo.
Vuestros vinos son especiales ¿cuál es su secreto?
Nuestros productos son de calidad y tienen un cuidado y cariño detrás de cada botella. Estamos en cultivo ecológico, las uvas provienen siempre de las mismas parcelas de nuestro viñedo en propiedad y la enóloga es siempre Adriana. Somos constantes en la calidad de nuestros productos y vivimos el vino como uno más de la familia.
¿Qué trabajo se esconde detrás de cada botella?
Cada botella de vino lleva mucho trabajo, desde la viña y los cuidados que necesita (por mencionar los más importantes, podar, desforecinar, regar con medida y vendimiar) hasta la bodega donde se procesan estas uvas y se fermentan y envejecen en barrica y botella hasta estar disponibles para consumir. Luego tenemos toda la labor comercial y administrativa para llegar hasta el consumidor que lo encuentre en su tienda más cercana. Todos los eslabones de la cadena son necesarios y EROSKI es el último eslabón unido a Ochoa para lograr que el cliente lo encuentre en su lineal en perfectas condiciones.
¿Qué es lo que más valoran los consumidores de vuestros vinos?
La calidad constante de nuestros vinos. Lo escucho en muchas ocasiones, “Ochoa nunca defrauda y da una calidad muy buena a buen precio”. Tenemos dos gamas de producto. OCHOA es nuestra imagen de siempre con el crianza, rosado y moscatel, así como con los reservas. Mientras que Calendas es una gama de productos jóvenes, que satisface al consumidor que busca un vino a menor coste pero de igual calidad, para todos los días.
Escuchar lo que dice el consumidor es, por tanto, importante para vosotras….
Siempre intentamos estar cerca del cliente y escucharle e invitarle a visitarnos en Olite. Estamos muy implicados con el Enoturismo y la apertura a los consumidores en nuestra bodega. Y, además, hemos participado también en varios eventos de EROSKI con los clientes, sobre todo con catas y degustaciones de producto y eso nos aporta su cercanía.
Y una última pregunta obligada en estos momentos ¿cómo estáis viviendo estos meses de estado de alarma?
En Bodegas Ochoa hemos mantenido nuestra actividad durante el estado de alarma ya que el viñedo ecológico no entiende de virus. Esperamos una cosecha buena y temprana, por lo que nos estamos preparando para su llegada. En bodega hemos tenido unas semanas donde la actividad se ha visto reducida pero ya estamos volviendo a una normalidad diferente en estos momentos. Espero que en las próximas semanas todo mejore, como con el vino Ochoa Reserva que, con el tiempo, mejora y mucho. Confío en el socio de EROSKI y que en estos tiempos que corren consuma vino de cercanía, de Navarra, de Ochoa. Además, ya tenemos un vino certificado ecológico CALENDAS TINTO ¡es un gran momento para probarlo!
PIDIENDO DESEOS
¿Un deseo sobre nuestra colaboración?
Deseamos que en nuestro 200 aniversario nuestros lazos con EROSKI sean aún más fuertes y podamos estar presentes en más tiendas. Para nosotros esta relación es muy buena e importante. La hemos ido trabajando mutuamente desde hace años y nos permite ser referentes en los lineales de EROSKI en nuestra zona de mayor influencia y nos permite llegar a los consumidores de manera accesible.
¿Un deseo para el producto local en general?
Me encantaría que los consumidores aprecien más la calidad del producto local/regional y ecológico y lo consuman. A veces el precio toma la decisión de compra y me gustaría que la economía local mejore para que se consuman más productos de la zona. Y que el vino se vea como un alimento más de la dieta mediterránea.
ES BUENO QUE SEA DE AQUI
En EROSKI ponemos a tu disposición los mejores alimentos locales de los productores de tu entorno. Por su calidad, porque nos gusta consumir de aquí, porque queremos favorecer la economía local, entablamos relaciones sostenibles y a largo plazo con nuestros socios y vecinos, los productores locales.
