El hojaldre es uno de los productos más versátiles de la cocina, una deliciosa y mágica masa que funciona para casi todo lo que se nos ocurra. Para elaborar platos salados, dulces, fríos o calientes, en canapés o como aperitivo, plato principal o postre: las posibilidades son infinitas. ¡Un acierto para tus menús de Navidad! ¿Te animas a probar?
Las Navidades son perfectas para cocinar en familia tartas, tartaletas, postres, aperitivos y canapés… Son muchas las posibilidades de las masas de hojaldre que ya vienen elaboradas y listas para utilizar en tus recetas. Además, puedes aprovechar y crear formas y platos divertidos con los niños, ¡seguro que les encantará! Te contamos cómo sacar el máximo partido a este producto con unos sencillos tips y toda la creatividad que quieras añadirle.
TIPO DE MASA
Cada una de ellas se comporta de modo distinto frente al calor del horno y se adecua mejor a cada receta. Tenemos
- Brick. Es resistente, hay que evitar que se reseque, porque será difícil de manipular y se romperá. Puede hornearse, freírse o hacerse en sartén sin grasa. Prueba a elaborar bolsitas o «pañuelos» rellenos con mezclas saladas.
- Filo. Muy parecida a la brick, una vez horneada queda muy fina y crujiente, se rompe con mucha facilidad. Se usa para elaborar paquetitos rellenos de queso, verduras, pollo en trocitos o marisco salteado…
- Hojaldre. Se elabora con agua, (mantequilla, manteca de cerdo o margarina), agua y sal y se dobla varias veces sobre sí misma, para conseguir finas capas de masa separadas de manera que en el horno cada capa cuece por separado consiguiendo esa textura. Perfecta para pastelitos, cruasanes o tartas para rellenar.
Prueba la masa de hojaldre Eroski sin grasas vegetales parcialmente hidrogenadas