Ekilibria

7 claves para la prevención cardiovascular

Hasta el 90% de los infartos podrían prevenirse con ciertos hábitos como hacer ejercicio con frecuencia o tener bajo control la tensión arterial.

Las patologías relacionadas con el sistema cardiovascular son responsables de tres de cada diez muertes que se producen en nuestro país, por encima del cáncer (26,36%) y de las enfermedades del sistema respiratorio (12,27%). Así lo recogía el último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La buena noticia es que muchas de ellas se podrían prevenir. De hecho, la mayoría de los infartos se asocia a factores de riesgo cardiovascular clásicos, conocidos y modificables, lo que supone que un gran porcentaje de esos eventos podría evitarse si se vigilaran esos factores. Este artículo insiste en siete de ellos.

Como aseguran los especialistas, la forma más eficaz de combatir las enfermedades cardiovasculares es usar la prevención como herramienta fundamental. “El 80% de las enfermedades del corazón y hasta el 90% de los infartos podrían prevenirse con un estilo de vida más saludable”, recuerda el doctor Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC).

 

1. Ejercicio frecuente

Seguir una rutina deportiva es un hábito imprescindible para cuidar el corazón. Sin embargo, no es suficiente con hacer algo de deporte semanal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños y adolescentes de entre 5 y 17 años practiquen al menos 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, principalmente aeróbica. Para los adultos el consejo es realizar, como mínimo, 150 minutos semanales de actividad física aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad intensa.

 

2.Ojo con la báscula

Vigilar el peso, la proporción de grasa corporal y su distribución, también resulta una buena estrategia para combatir la enfermedad cardiovascular, ya que la obesidad es uno de los factores de riesgo cardiovascular, relacionado además con otros factores de riesgo y enfermedades como la diabetes y la hipertensión arterial.

Para saber si una persona tiene un peso saludable hay que aplicar una fórmula sencilla, la del Índice de Masa Corporal (IMC): dividir el peso en kilos entre la altura en metros al cuadrado. Por ejemplo, si pesamos 70 kg y medimos 1,75 metros, la ecuación sería: 70 dividido por 3,0625 y el resultado daría 22,9 kg/m2. Se interpreta como peso saludable un IMC entre 18,5 y 24,9 kg/m2. Este parámetro debe acompañarse del perímetro de la cintura, ya que tener un exceso de grasa acumulada en la zona abdominal puede ser más perjudicial, desde el riesgo cardiovascular, que el propio peso corporal. Un perímetro de la cintura por encima de 88 cm en mujeres y 102 cm en hombres, según establece la OMS, supone un aumento en el riesgo de sufrir patología cardiovascular, entre otras.

 

3.Los niveles de colesterol

Cuando la concentración en sangre se sale de los límites establecidos (el colesterol “malo” (LDL) por encima, y el colesterol “bueno” (HDL) por debajo) como saludables, el colesterol puede ir formando en las arterias una placa que las endurece y estrecha, reduciendo el flujo sanguíneo al músculo cardiaco y aumentando la probabilidad de que se formen coágulos. Para controlarlo se debe seguir una alimentación rica en hortalizas, frutas, legumbres, frutos secos, aceite de oliva virgen y pescado azul, además de hacer ejercicio.

 

4.Controlar la tensión arterial

Los hipertensos tienen seis veces más riesgo de infarto cerebral. Para prevenir y controlar la hipertensión hay que seguir algunas pautas: descansar correctamente y evitar las situaciones que causen estrés; adherirse a la dieta mediterránea; reducir el consumo de sal, que es importante saber que la mayoría de la que tomamos no es la que proviene del salero, sino la que se encuentra oculta en los alimentos (panes, galletería, snacks salados, embutidos, quesos curados, precocinados y comida preparada…); abandonar el alcohol y el tabaco; y practicar ejercicio. Pero hay otra práctica tan importante como las anteriores: la adherencia al tratamiento si nuestro médico ha determinado que es necesario.

 

5.Prevención contra la diabetes

Prevenir y controlar la diabetes puede reducir hasta en un 42% la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular y en un 57% el riesgo de infarto, ictus o muerte por causa cardiovascular. Por eso, quienes ya padecen la enfermedad, además de tomar medicación en caso de que así lo haya determinado su médico, deben seguir una serie de recomendaciones (alimentación saludable, ejercicio frecuente, no fumar) que ayudan a prevenir posibles consecuencias cardiovasculares. Estas mismas pautas son válidas para prevenir que aparezca la diabetes tipo 2.

 

6.Antecedentes familiares

Todas las personas deben controlar los factores de riesgo citados para poder evitar la enfermedad cardiovascular. Pero deben llevar un control aún mayor, con revisiones periódicas marcadas por el especialista, quienes tengan antecedentes familiares que puedan aumentar el riesgo, como que un familiar masculino de primer grado (padre o hermano) haya tenido un infarto antes de los 55 años o un familiar femenino de primer grado (madre o hermana) haya sufrido un infarto antes de los 65 años.

 

7.Dejar el tabaco

Un año después de dejar de fumar no solo se experimenta una evidente mejoría respiratoria, sino que, además, el riesgo de padecer una enfermedad coronaria ya es un 50% inferior que en los fumadores.

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