Durante el verano, que es cuando se alcanzan temperaturas más altas, la comida no puede estar fuera de la nevera más de una hora, sobre todo si se llegan a temperaturas de 30 ºC o más. Uno de los factores más importantes, por tanto, para garantizar la seguridad alimentaria durante el viaje es el tiempo y el mantenimiento de los niveles de temperatura seguros.
Si un alimento está entre 5 ºC y 65 ºC (conocida como la zona de peligro) durante más de dos horas, el resultado puede ser la proliferación indeseada de patógenos. Según las investigaciones realizadas en este campo, el número de bacterias puede multiplicarse cada 20 o 30 minutos, en especial en productos como leche o huevos. Y se calcula que la carne fresca puede llegar a la zona de peligro en los primeros 10 minutos en el coche. Así que será muy importante contar con una nevera que permita guardar ciertos alimentos en frío.
Verano, vacaciones y alimentos
El verano es uno de los periodos del año más delicados en cuanto a seguridad de los alimentos se refiere. Año tras año, las advertencias de las autoridades sanitarias se centran en la manipulación de los alimentos para prevenir intoxicaciones, que aumentan durante esta época. Y lo hacen por varios motivos. Primero, porque se dan las circunstancias para que así sea, es decir, las temperaturas más altas son las que favorecen el desarrollo de las bacterias. También se incrementan porque, durante las vacaciones, se tiende a la relajación, lo que lleva a menospreciar ciertas pautas fundamentales en la manipulación de alimentos. Otra razón es el aumento de comidas que se realizan al aire libre, donde los controles no son los mismos que en la cocina.
Algunos de los errores más comunes que se cometen durante el verano son no respetar las temperaturas adecuadas de conservación de los alimentos, cocerlos de manera insuficiente o no mantener las condiciones de higiene necesarias, como lavarse las manos de forma periódica.
La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) recomienda, para prevenir las intoxicaciones en verano, seguir estas diez reglas de oro cuando se cocina en casa:
- Consumir alimentos que hayan sido tratados o manipulados de manera higiénica.
- Cocinar bien los alimentos.
- Consumir de inmediato los alimentos después de ser cocinados.
- Un alimento cocinado es un alimento higienizado.
- Calentar suficientemente los alimentos cocinados.
- Evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocinados.
- Asegurar una correcta higiene de la persona que manipule los alimentos y una limpieza adecuada de todas las superficies de la cocina.
- Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y animales de compañía.
- Usar solo agua potable.
- No consumir alimentos perecederos que estén expuestos a temperatura ambiente.