Mezcla de arte y de técnica, la coctelería es una experiencia visual y gustativa que también puede cautivar sin usar bebidas alcohólicas.
Los cócteles sin alcohol están de moda. Y esta tendencia tiene múltiples ventajas. Entre ellas, comenzar el año con un buen y saludable brindis. La oferta de este tipo de bebidas en los establecimientos profesionales es cada vez más cuidada y diversa, aunque no siempre económica. Por ello, una buena idea es aprender a hacer los cócteles nosotros mismos en casa. La cena de Nochevieja o la comida de Año Nuevo puede ser una ocasión estupenda para sorprender con sabores y colores novedosos, servidos en copas rebosantes de creatividad. En el siguiente artículo se explican los diferentes tipos de cócteles, qué utensilios se necesitan para prepararlos y siete ideas para sorprender con deliciosos tragos sin alcohol.
¿Qué tipos de cócteles hay?
Cuando pensamos en preparar un cóctel, lo primero que imaginamos es una combinación de dos o más bebidas con sabores y olores diferentes que, al mezclarse, dan como resultado otra bebida con color, sabor y aroma nuevos. Pero antes de empezar a mezclar sin sentido (o con sentido, pero sin mucha gracia), debemos saber más sobre la coctelería. Algo fundamental: es un arte o una disciplina unida a la gastronomía, con sus reglas y sus medidas, al igual que ocurre con las recetas de cocina. Por ello, es muy importante seguir ciertos pasos, tener una organización previa y disponer de unos cuantos utensilios básicos para realizar esta actividad con cierto rigor.
Los cócteles se pueden clasificar de distintas maneras, según:
- La cantidad de bebida: hay tragos largos (que se sirven en copa o en vaso largo) y cortos (que se sirven, por lo general, en copas tipo cóctel).
- La cantidad de azúcar que contienen: los hay muy secos, secos, semisecos y dulces.
- El momento en que se sirven: están los aperitivos (antes de comer), los digestivos (después de comer), y el resto, que pueden tomarse a cualquier hora.
- Si llevan alcohol o no, aunque es preciso recordar que incluso los «cócteles 0,0%» están sujetos a ciertas pautas y normas de elaboración, como el resto.
Utensilios para preparar cócteles
En primer lugar, es necesario contar con una coctelera (a ser posible, de acero inoxidable), un vaso mezclador, que es un gran vaso de cristal con un colador con gusanillo, una cucharilla mezcladora y una cubitera. También se necesitarán pinzas de hielo, cuchillo y tabla para cortar frutas, y los vasos: desde la típica copa de cóctel triangular o el vaso ancho para combinados, hasta el clásico vaso de tubo y las últimas copas de moda, muy grandes, semejantes a las de vino, pero sobredimensionadas, para poder acoger en ellas un combinado con gran cantidad de hielos y frutas.
- La coctelera. Para utilizar la coctelera (y que dure muchos años), se debe procurar no introducir bebidas gaseosas en su interior. Si queremos mezclar zumos con refrescos carbonatados, utilizaremos el vaso mezclador. Después de agitar la coctelera, no se aconseja golpearla ni abrirla de inmediato. Es mejor esperar unos segundos a que la mezcla se estabilice. Del mismo modo, una vez que se ha terminado de usarla, hay que lavarla con agua caliente para eliminar cualquier resto y luego enfriarla, tras llenarla con hielos que luego desecharemos.
- El hielo. Aunque no todos lo saben, el hielo es uno de los elementos más importantes (y hasta fundamental) para elaborar un cóctel. Sus funciones principales son dos: ayudar a la mezcla de distintas densidades de las bebidas y, por supuesto, enfriarla. Sin embargo, si el tipo de hielo no es el adecuado, puede aguarnos el cóctel. Para que eso no ocurra, utilizaremos hielos compactos, sin agujeros, a ser posible de máquina industrial (se pueden comprar con facilidad en establecimientos autorizados).
Siete ideas para sorprender con deliciosos tragos sin alcohol
Para elaborar los tragos más famosos sin alcohol utilizaremos la coctelera, que llenaremos de hielos hasta la mitad y, a continuación, añadiremos los siguientes ingredientes (cantidades para una persona):
- Cóctel San Francisco. 100 mililitros de zumo de naranja, 20 mililitros de zumo de limón (un chorrito), 50 mililitros de zumo de piña, 20 mililitros de granadina (un chorrito), y 20 mililitros de zumo de melocotón (un chorrito). Agitamos en la coctelera con unos hielos y vertemos en el vaso de tubo. Decoramos con rodajas de naranja y limón.
- Cóctel Piña Colada. 40 mililitros de crema de leche, 40 mililitros de crema de coco, 120 mililitros de zumo de piña. Agitamos en la coctelera y vertemos en el vaso de tubo lleno de hielo, que puede picarse un poco.
- Cóctel Very Well. 80 mililitros de zumo de naranja, 80 mililitros de zumo de limón, 40 mililitros de zumo de piña, y un chorrito de granadina. Agitamos en la coctelera con hielos y servimos en copa de cava larga con unas rodajitas de naranja y limón en la pajita.
- Destornillador sin alcohol. Colocar en un vaso ancho 5 cubos de hielo, 120 mililitros de zumo de naranja y 80 mililitros de refresco de naranja, más unas gotas de granadina. La mezcla da como resultado una bebida refrescante y deliciosa.
- Punto y final. Para los finales de fiesta, cuando se está acalorado, lo mejor es una combinación (en vaso mezclador) que contenga: hielo, 80 mililitros de «ginger ale» o refresco de jengibre, 120 mililitros de zumo limón, 1 cucharadita de azúcar y unos trocitos de lima.
- De la huerta. También se pueden utilizar zumos de frutas y hortalizas naturales para elaborar cócteles deliciosos. A modo de ejemplo, combinamos: 50 mililitros de zumo de zanahoria, 100 mililitros de zumo de naranja, 50 mililitros de tónica, y hielos. Se decora con unos trocitos de naranja.
- El punto dulce. Los cócteles con café son otra gran opción. Y sencilla. Basta verterlo en un vaso lleno de hielo, añadir 2 cucharaditas de caramelo y remover hasta dejarlo casi helado. Tras colarlo, se cubre con una capa de nata semimontada y espolvoreada con canela.
La mayoría de estos cócteles, aunque son menos perjudiciales al no contener alcohol, son ricos en azúcares que provienen de zumos naturales o industriales, con lo que no debemos olvidar que se trata de propuestas para momentos puntuales de celebración.