Estamos en pleno agosto y junto a él, el buen tiempo, el calor, la playa… y como no, las ensaladas de verano, frescas, saludables, sabrosas y fáciles de preparar.

Motivos para incluir ensaladas en el menú de cada día

Con una mezcla armoniosa de vegetales, preferentemente de temporada, el uso de aderezos y aliños, y la combinación de ingredientes con distintas características nutricionales, podemos convertir una simple ensalada en un plato excepcional para nuestro paladar a la vez que nutritivo. La variedad de ingredientes es fundamental para alcanzar el equilibrio nutricional que buscamos. Cuanto más colorido tenga nuestra ensalada, mayor será la garantía del aporte de nutrientes con actividad antioxidante, por ejemplo, ya que los pigmentos que dan color a los vegetales tienen diferentes acciones beneficiosas sobre nuestro organismo.

Las ensaladas, además de ser apetitosas, nos aportan muchos beneficios. A continuación, os dejamos algunas razones por las cuales deberíamos incluir ensaladas en nuestra dieta:

• Hidratan y refrescan. Más del 90% de la composición de las hortalizas, base de las ensaladas, es agua. Comer ensalada es una forma sencilla y rápida de hidratar nuestro cuerpo en los días calurosos.
• Los vegetales son una excelente fuente de vitaminas. Estas regulan los múltiples procesos orgánicos de nuestro cuerpo, como el buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
• Ayudan a proteger la piel. Los rayos solares son una de las principales causas del envejecimiento (oxidación celular) de nuestra piel. Las ensaladas variadas nos proporcionan nutrientes básicos que contribuyen a mantener la piel en perfecto estado. Las hortalizas de llamativos colores anaranjados-rojizos (zanahoria, pimientos, tomate…) nos aportan beta-caroteno (precursor de la vitamina A) que, convertido en vitamina A, ayuda a mantener nuestra piel y mucosas. Algunas, como el pimiento, contienen vitamina C, que mejora nuestra producción de colágeno manteniendo nuestra piel más tersa y, además, esta vitamina se mantiene muy bien en ensaladas puesto que la hortaliza se toma en crudo, porque es una vitamina que se destruye fácilmente con la acción del calor.
• Cuidan el corazón. Por esta abundancia en antioxidantes, que reducen el impacto de los radicales libres (oxidantes celulares) implicados en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y ciertos tipos de cáncer.
• Si las acompañamos de aguacate, aceitunas (bajas en sal), frutos secos o semillas, y las condimentamos con aceite de oliva virgen, enriqueceremos nuestra ensalada en ácidos grasos insaturados, cardiosaludables.
• Regulan la función intestinal. Por la riqueza en fibra de los vegetales. Además, la fibra contribuye a reducir nuestro colesterol en sangre y al buen control de la glucemia (niveles de glucosa en sangre).
• Por el contenido en fibra la sensación de saciedad es mayor y dura más tiempo.
• Son sabrosas y nutritivas. Hojas de lechugas diversas, escarola, endibias, espinacas, hierba de los canónigos, cebolla, pepino, ajo, zanahoria, remolacha, tomate, espárragos, apio, pimientos, germinados… Cuanta más variedad de hortalizas incluyamos en nuestra ensalada mayor será la riqueza nutritiva traduciéndose en mayor equilibrio y salud.

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