Llegan las fresas a nuestras tiendas, con ellas podemos preparar mil y una recetas… por ejemplo… ¿por qué no un suflé?
Aquí van unos TRUCOS PARA CONSEGUIR UN SUFLÉ PERFECTO, ligero, que se deshaga en la boca y que mantenga su forma:
- Una masa aireada. Integrar las claras batidas a punto de nieve (que deben estar firmes, con “picos blandos”) con la mezcla base, con movimientos envolventes, para que no pierda el aire.
- Utilizar moldes profundos y de paredes rectas, que facilitan la subida de la masa de manera uniforme.
- Engrasar con mantequilla la base y paredes del molde, con brochazos de abajo arriba y verticales. La mantequilla debe estar blanda, pero no fundida. Luego espolvorear con azúcar (para suflés dulces) o con harina o pan rallado (para salados)
- Dejar la masa a ras del molde y limpiar los bordes, para que el soufflé crezca recto y de forma homogénea.
- Colocar los moldes en la parte inferior del horno y verter un vaso de agua en la bandeja para que con la humedad queden más jugosos.
- Evitar los cambios de temperatura. Precalentar el horno antes de empezar, no abrirlo nunca durante el cocinado y una vez cumplido el tiempo de la receta apagarlo, pero dejar el suflé reposar en su interior un par de minutos
- Servir inmediatamente. Nada más sacar el suflé del horno lo servimos, pues enseguida se viene abajo.
Aquí puedes consultar los ingredientes y receta del Suflé de Fresas