Ekilibria

Yogur, de fecha de caducidad a consumo preferente

El Gobierno español eliminó la fecha de caducidad para el yogur y la sustituyó por una fecha de consumo preferente.

Los yogures ya no caducan a los 28 días. Tras los cambios presentados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), el yogur perdió su fecha de caducidad y ahora tiene una fecha de consumo preferente, que deben determinar las empresas alimentarias. La medida se adoptó, según el MAGRAMA, para adaptar la legislación española a la europea y reducir el despilfarro de alimentos. Sin embargo, los fabricantes de yogures creen necesario seguir manteniendo la fecha de caducidad, que podría alargarse de los 28 a los 35 días. El artículo explica en qué consiste la fecha de caducidad y la de consumo preferente y hasta cuándo puede ser seguro el yogur.

El etiquetado del yogur, como ocurre con la mayoría de los productos alimentarios, se rige por la normativa horizontal europea sobre higiene de los alimentos. Esto significa que son las industrias alimentarias las que determinan el tipo de fecha para cada producto, así como su límite temporal. Hasta entonces, la Norma de Calidad para el yogur se basaba en el Real Decreto 179/2003, de 14 febrero, que obligaba a establecer una fecha de caducidad de 28 días desde su elaboración. El nuevo Real Decreto 271/2014, de 11 de abril, sustituye la fecha de caducidad de las etiquetas por una de consumo preferente, que fijará el fabricante según estrictos protocolos de calidad y seguridad. La medida se incluye dentro de la campaña «Más alimentos, menos desperdicio», destinada a reducir a la mitad la comida que se tira para 2025. Uno de los acuerdos a los que se ha llegado es que se puede garantizar que el yogur, a los 35 días, mantiene la máxima calidad.

De fecha de caducidad a fecha de consumo preferente

Tanto la fecha de caducidad como la de consumo preferente son una indicación de que el alimento puede sufrir, antes o después, modificaciones que pueden afectar bien a sus características organolépticas o a su seguridad. Tal y como establece el Reglamento (UE) 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, cada fecha indica aspectos distintos:

  • La fecha de caducidad se encuentra sobre todo en alimentos muy perecederos desde el punto de vista microbiológico, como pescado fresco o carne picada, productos con una vida útil muy corta que requieren refrigeración. Es muy importante seguir las recomendaciones de conservación para evitar que el alimento se deteriore más rápido. Después de la fecha indicada, su consumo no se considera seguro. En la etiqueta, el día viene precedido por «fecha de caducidad»; día, mes y año (este último opcional); y condiciones de conservación. Cada porción individual lleva la fecha de caducidad.
  • La fecha de consumo preferente indica a partir de qué fecha los alimentos pueden empezar a perder características como el aroma o la textura. Señala que, tras superar la fecha, el producto no mantiene al 100% la calidad, puede haber perdido algunas de sus propiedades, pero es seguro. Viene advertida por «Consumir preferentemente antes del» día, mes y año o día y mes, si es inferior a tres meses; o «consumir preferentemente antes del fin de» mes y año (3 a 18 meses) o año (más de 18 meses).

 

¿Hasta cuándo es seguro el yogur?

El yogur se elabora a partir de leche fresca pasteurizada que, después de pasar por un proceso de fermentación, se convierte en un producto ácido. La combinación temperatura-acidez dificulta el crecimiento de microorganismos perjudiciales para la salud, aunque sus características organolépticas pueden verse alteradas. Es importante tener en cuenta que en este caso será imprescindible respetar las condiciones de conservación (no romper la cadena de frío en ningún momento del proceso) y seguir las recomendaciones de uso.

Sin una fecha de caducidad para el yogur, es decisión del consumidor si lo toma. En este caso, deberá tener en consideración aspectos como que no esté deformado, que no tenga un olor fuerte, si presenta un color o apariencia anormales o si tiene un gusto muy ácido. Antes de comer un yogur, deberá garantizarse que se ha conservado a unos 5 ºC o según las indicaciones del fabricante, que el envase está bien cerrado y, en el momento de hacer la compra, adquirir los que se tenga intención de consumir en el plazo indicado.

Cada fabricante decide la fecha en función del método de elaboración, el envasado o las particularidades del yogur. Pero podría acordarse un plazo de 35 días, y ampliar así los 28 días vigentes hasta hace poco, ya que se considera que las tecnologías actuales permiten este nuevo plazo sin que ello suponga un riesgo mayor.

 

Despilfarro alimentario

En España el despilfarro alimentario supone 7,7 millones de toneladas de alimentos al año. Según un estudio de la Comisión Europea, el 42% del desperdicio de alimentos en la Unión Europea procede de los hogares, y la mayoría podría evitarse, si se siguieran otros hábitos de consumo, compra y gestión de los alimentos. En 2012, el MAGRAMA realizaba un estudio monográfico sobre los hábitos de los consumidores en relación a los alimentos caducados que concluía que el «59,2% de los españoles tira los productos caducados, frente a un 20,7% que los consume si no ha pasado mucho tiempo», mientras un «19,5% lo consume o lo tira en función del producto».

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