Surtido

Saludable, rica y enrollada

Así es nuestra gama de pastas. Una fuente de energía, que gusta a todas las familias y que es fácil de comer hasta para tus peques.

La pasta es uno de los alimentos más populares del mundo porque un buen plato de pasta realmente se disfruta y provoca buenas sensaciones, no solo por su sabor, hay más ciencia detrás.

Su contenido en fibra es ideal para tener una buena salud digestiva y ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades del corazón o diabetes.

Además, a pesar de que muchos crean que engorda, la pasta es baja en grasas. En realidad, lo que aporta más calorías es la salsa con la que la condimentamos o el acompañamiento (chorizo, carne picada, bacon…) que le incluyamos. La forma más recomendable es combinarla con verduras ¡y si es integral, mejor!

Como ya sabes, existen muchos tipos de pastas: clásicas, gourmet,  integrales, ecológicas…y se puede preparar de mil formas distintas.

Hervir la pasta es algo sencillo que casi todo el mundo sabe hacer o eso pensamos ¿no?

Sigue leyendo y descubrirás algunos consejos y sencillos trucos que te ayudarán a confirmarlo o a pasar a nivel profresional.

Algunos “errores” típicos que horrorizarían a cualquier familia italiana


La pasta no se echa antes de que hierva el agua

Se empieza a contar el tiempo de cocción desde el momento en que se va echando la pasta en el agua hirviendo, no desde que vuelve a coger el hervor. Si es pasta fresca, contaremos dos o tres minutos. Y si es pasta seca, lo que indique el paquete, habitualmente unos once o doce minutos dependiendo del tipo de pasta, la marca, etcétera.

Cortar la cocción a los espaguetis… ¡Craso error!

A la pasta no hay que cortarle la cocción poniéndola debajo del grifo a menos que se desee hacer una ensalada de pasta. El motivo es que la pasta se seguirá cociendo un poquito todavía en el plato o en la olla. Un truquillo es echarle una cucharada de agua de la cocción a cualquier salsa que estemos preparando. Por favor, no cortéis los espaguetis por la mitad, en cuanto se reblandezcan, cabrán perfectamente en la olla.

No se le echa aceite al agua

Nuestras madres y padres se lo echaban a la olla de agua antes de hervir para que no se pegaran los macarrones, pero en Italia, que son los verdaderos expertos, lo que hacen es echar la pasta en una olla grande con abundante agua e ir removiendo, así no los engrasan innecesariamente.

La sal no se echa al poner el agua al fuego

Se echa cuando empieza a hervir el agua. Un buen puñado de sal que quepa en el hueco de la mano, y no te preocupes, no tardará nada en volver a coger otra vez el hervor.

La pasta se echa en la salsa, no al revés.

En Italia jamás se echa la salsa encima de la pasta. Se hace al revés. En una olla se prepara la salsa, con el queso añadido, y se vuelca la pasta encima para luego remover; así la mezcla se vuelve mucho más uniforme y perfecta.

La forma de la pasta…

No es “porque sí”, sino que tiene un motivo. La de menor tamaño es ideal para sopas, las cintas largas para salsas cremosas, las formas más extravagantes para ensaladas y las más grandes para rellenar.

Al dente no es como el chicle

Si cocemos la pasta en exceso solo conseguimos que sea menos saciante y nos aporte más azúcares y por tanto más calorías, además de que perdemos la textura. La pasta “al dente”, es decir, un poco cruda por dentro, es mejor fuente de carbohidratos y vitaminas que la pasta muy cocida, ya que en la cocción va perdiendo algunos de sus nutrientes. Los italianos tienen el punto del dente, en el que se le puede hincar el diente a la pasta sin que se rompa, que ofrezca una cierta resistencia, pero se pueda comer. Sírvela al dente ya que además de ser más sana, tardarás más en digerirla, te saciará más tiempo y mantendrá tu nivel de azúcar más estable.

La técnica más efectiva para escurrir la pasta

Seguro que pones el colador en el fregadero y viertes la olla con la pasta cocinada sobre este utensilio mientras ves cómo se va filtrando el agua por los agujeritos del colador ¿verdad?

Hoy vamos a enseñarte un método mucho más sencillo y eficaz. Antes de verter el agua sobre el fregadero, tenemos que poner el escurridor sobre la olla en la que hayamos cocinado la pasta. Procura que el escurridor tenga un tamaño similar al de la cazuela para evitar cualquier tipo de fuga que pueda ponerte en peligro.

Una vez hecho esto, y con la pasta prensada al fondo de la olla, tan solo tendremos que verter el agua de la misma sobre el fregadero. De esta manera, el agua desaparecerá por completo del recipiente, no perderemos nada de pasta por el camino y evitaremos cualquier salpicadura espontánea. Por otro lado, evitaremos tener que pasar la pasta nuevamente a la olla por si queremos cocinarla con salsa.

¿Lo hacías todo bien o hay algo que tenías que matizar?

Ahora que ya eres un experto o experta puedes practicar con estas recetas:

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Una gran familia de pastas para familias hechas de otra pasta.

Buon appetito!

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