Son el combustible energético para el cuerpo. Estos nutrientes aportan 4 kcal por cada gramo de alimento.
Tipos de carbohidratos
- Hidratos de carbono complejos. Formados por uniones de azúcares simples. El cuerpo debe dividirlos en sus azúcares para poder absorberlos y asimilarlos, por eso el proceso es más lento y no provoca picos de azúcar en sangre.
- Azucares simples. Se divide en:
- Naturalmente presentes: lácteos (4% del contenido) y frutas (10% del contenido). Son también ricos en agua, minerales, vitaminas, fibra y proteínas.
- Añadidos: su absorción es muy rápida, y son factor de riesgo de caries, especialmente en la infancia, obesidad, diabetes… Sobre todo, los encontramos en los alimentos ultraprocesados. No se trata solo del azúcar de mesa (sacarosa), sino de cualquier otro ingrediente o sustancia añadida que sea un azúcar simple o su composición mayoritaria sea azúcar: miel, sirope, azúcar de caña, panela, zumo…
- Edulcorantes. Se usan como sustitutos de los azúcares simples, porque no aportan calorías y no tienen efecto sobre los niveles de
- azúcar en sangre. No reeducan el paladar y su consumo excesivo y continuado perjudica nuestra flora intestinal.
- Fibra. Aporta 2 kcal/g. Puede ser:
- Soluble: reduce el colesterol. Se encuentra en el salvado de avena, la cebada, las nueces, las semillas, las lentejas y verduras.
- Insoluble: favorece el tránsito intestinal. Se encuentra en los cereales integrales, salvado de trigo y verduras.
- Cereales integrales. Son la fuente alimentaria principal de hidratos. Cuando los consumimos en su forma integral tomamos el grano del cereal completo, con todas sus partes. Al refinarlos, eliminamos el germen y el salvado.
MITO: “El cerebro necesita azúcar y, por tanto, debemos consumirlo”. El organismo es capaz de obtener glucosa de otras sustancias, por ejemplo, hidratos de carbono.