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DAVID JOSE

Vive conmigo y mi pareja su madre, la cual padece de fibromialgia aparte de varios trastornos digestivos como colon irritable o estreñimiento. ¿Alguna sugerencia para cambiar hábitos en su dieta?

El objetivo en ambas patologías va a ser tratar y minimizar los síntomas, y alcanzar o mantener un peso corporal adecuado; además, se tratará de conseguir unos hábitos intestinales normales, que el síndrome de colon irritable puede haber alterado, y eso parece por lo que comentas; y minimizar todo lo posible la inflamación que puede provocar la fibromialgia. Ambas patologías pueden estar relacionadas, de tal manera que es posible que el síndrome de colon irritable sea un síntoma de la fibromialgia. Algunas recomendaciones generales podrían ser:
- Una alimentación rica en ácidos grasos omega 3 EPA y DHA podría ayudar en la fibromialgia debido a su posible acción antiinflamatoria, sin embargo, este efecto aún no está claro, de hecho, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no se ha pronunciado sobre esta posible propiedad de salud de los omega 3. Las fuentes alimentarias de ácidos grasos omega 3 son: pescado azul, frutos secos (nueces), semillas de lino.
- Basar la alimentación en alimentos de origen vegetal y poco procesados: verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y aceite de oliva. Y consumir lo menos posible productos ultraprocesados, ricos en azúcares añadidos, grasas de baja calidad y sal.
- Eliminar hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol, si es el caso.
- Realizar actividad física dentro de las posibilidades. Sería conveniente que el tipo de actividad física, la frecuencia, intensidad..., fuera pautado por un especialista en actividad física.
- En cuanto a los síntomas que puede provocar el síndrome de colon irritable:
o Evitar el estreñimiento. Se debe garantizar un correcto aporte de fibra (frutas y verduras, cereales integrales) y líquidos. Realizar algo de actividad física también contribuye a la mejora del estreñimiento.
o Vigilar si existe alguna intolerancia alimentaria, que es algo más frecuente entre estos pacientes, y si así fuera, eliminar de la dieta el alimento que no se tolera.
o Es posible que los alimentos formadores de gas (legumbres, coles…) tampoco se toleren bien. Si en alguna fase de la enfermedad esto pasase, se puede probar a tomar estos alimentos batidos, en puré, que facilita su metabolismo. Las bebidas con gas, mascar chicle y comer rápido, también favorece la formación de gas.
o Puede haber condimentos que tampoco sienten bien, es recomendable usar una condimentación suave.
o Evitar alimentos ricos en grasas (sobre todo saturadas, grasas trans y aceite de palma y coco) y azúcares añadidos (ultraprocesados, bollería, pastelería, postres dulces, bebidas azucaradas, dulces…).
o Suele aceptarse mejor el hacer varias comidas diarias de pequeño volumen cada una, que pocas comidas copiosas.
Es importante que el tratamiento de este tipo de dolencias sea multidisciplinar, ya que además de un tratamiento farmacológico, una correcta higiene postural, un buen descanso, una actividad física adecuada, un óptimo estado nutricional y un adecuado control del estrés y la ansiedad, son fundamentales para evitar un empeoramiento y ayudar a controlar los síntomas.

RAQUEL

Buenas tardes!
Me gustaría saber un desayuno equilibrado para niños de 6-12 años, y qué galletas son las más saludables, ya que la mayoría están hechas con grasa de Palma.
Gracias.

El desayuno ideal es uno de los temas más tratados en el ámbito de la dietética y nutrición actualmente. Ya se ha desmitificado eso de que el desayuno es la comida más importante del día, ya que todas lo son, es decir, ¿acaso podemos prescindir del resto de comidas por hacer un desayuno? Evidentemente, no. Es más, hoy existe bastante controversia en cuanto a la necesidad de realizar un desayuno nada más levantarse, aunque en el caso de los niños sí parece que puede existir cierto beneficio en ir a la escuela desayunados frente a ir en ayunas. En general, se recomienda consumir un lácteo, un cereal y una fruta fresca entera porque los tres grupos de alimentos configuran una combinación interesante de nutrientes. Sin embargo, incluirlos en una misma comida no siempre es posible, ya sea por tiempos o por apetencias. Y no tiene porque ser un problema, siempre y cuando se incluyan alimentos saludables y se siga una dieta equilibrada y de calidad. ¿Por qué no comenzar el día con un yogur y una crema de cereales con un puñado de frutos secos? ¿O una fruta y un arroz con leche y avellanas? ¿Apetece un sándwich salado? ¿Qué tal probar unas tortas de cereales cubiertas de compota de manzana y pasas a la canela y un yogur? ¿Pan multicereales untado con tomate y revuelto o huevo pasado por agua, acompañado de un batido natural? ¿Un vaso de leche junto con un bocata o una tostada con aceite de oliva y jamón ibérico? Incluso, porque no, si apetece, puede ser buen momento para sacar provecho a las sobras del día anterior. Resta todo el día para incluir en las distintas comidas los otros grupos de alimentos necesarios para completar una dieta equilibrada y saludable.
Tampoco hay dudas acerca de lo poco recomendable que es incluir en esta comida, o en cualquier otra, de manera habitual, alimentos con una alta densidad energética. Pues bien, alrededor del 40% de los niños y jóvenes nunca incluye fruta en el desayuno, y además, cerca del 60% toma cereales azucarados o galletas en el desayuno. La Organización Mundial de la Salud (OMS), subraya que este tipo de productos no son aconsejables para un consumo habitual, dado el alto porcentaje de azúcar y grasas de baja calidad que contienen. El Ministerio de Sanidad, en la encuesta ENIDE (Encuesta Nutricional de Ingesta Dietética Española), incluyó a las galletas dentro de la categoría “bollería”, junto a otros productos como pasteles, bollos, o churros. Y lo hizo porque la composición nutricional de las galletas, incluso las más sencillas tipo "María", es muy similar a la de alimentos superfluos que nadie dudaría en clasificar como “bollería” pura y dura, y es que unas galletas pueden contener más azúcares añadidos que un croissant o una magdalena, conteniendo cantidades parecidas de grasas o ligeramente inferiores, con lo que su recomendación de consumo es la misma que para los productos de bollería, ocasional. Nuestro consejo sería que buscaras otras opciones de desayuno alternativas a las galletas, como ya hemos comentado antes.
Como recomendaciones generales para el desayuno de los más pequeños:
- Respetar el apetito y los gustos del niño. Presentar opciones saludables y que él escoja y se sirva, por ejemplo.
- Realizar el desayuno en familia, comiendo todos lo mismo, el ejemplo es el mejor método educativo para con los más pequeños.
- Dedicar el tiempo suficiente y comer sin distracciones.
- De incluir fruta hacerlo a base de fruta entera, fresca, y de temporada. No conviene incluir zumos de frutas, y en todo caso no más de 1 vez al día, tal y como recomienda la Asociación 5 al Día.
- Los cereales, integrales y poco procesados: pan integral, avena...
- Los lácteos, sencillos y enteros: leche entera, yogur natural entero, cuajada, queso fresco...
- Algunas opciones para dar sabor a la leche o yogures pueden ser el cacao puro, cereales solubles, canela...
- Otros alimentos interesantes: frutos secos, hortalizas, huevo, pescado azul en conserva, frutos rojos...

Mª Dolores

Hola.
Tengo 48 años y desde hace seis una cirrosis biliar primaria autoinmune que hace que el colesterol me suba. Tomo un Benecol todos los días y aun así lo tengo en 275. Ahora como más verduras pero no sé que debo comer ni que tipo de dieta debo hacer. Gracias.

Está bien que comas más verduras, pero además hay otras medidas que puedes tomar que te pueden ayudar a regular estos valores, aunque quizá en este caso sea necesario tratamiento farmacológico además de tratamiento dietético, tu médico te lo pautará de ser necesario.
- Hábitos alimentarios:
o Reducir la ingesta de aquellos alimentos que provocan un aumento de LDL, que son los alimentos ricos en grasa saturada y grasas de mala calidad (aceite de palma, grasas vegetales parcialmente hidrogenadas (trans)): mantequilla, quesos curados, carnes grasas, embutidos, bollería, platos precocinados, etc.
o Aumentar la ingesta de los alimentos que ayudan a regular los niveles sanguíneos de colesterol y que aumentan el HDL (colesterol “bueno”), que son los alimentos ricos en fibra y en grasas insaturadas, respectivamente: frutas, hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva, pescado azul.
- Actividad física. Entre otras cosas ayuda a mantener o alcanzar un peso saludable, lo que ayuda a mantener unos niveles saludables de LDL, y aumenta los niveles de HDL.
- Mantener un peso corporal saludable.
- Hábitos tóxicos. Dejar de fumar y reducir todo lo posible la ingesta de alcohol, si es el caso. Ambas sustancias hacen aumentar los niveles de LDL.
Como seguro que ya sabes, esta enfermedad aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis debido a un déficit de vitamina D, con lo que debemos asegurar un aporte correcto de calcio y vitamina D a través de los alimentos, y si fuera necesario tomando suplementos de vitamina D, ya que esta puede no ser asimilada si se sufre esteatorrea (pérdida de grasas por las heces), diarrea. Tenemos 2 vías para incorporar vitamina D al organismo, o a través de la exposición directa a los rayos solares, o a través de ciertos alimentos que la contienen. La vitamina D es liposoluble, es decir, que la vamos a encontrar en alimentos que contengan grasa, como son: los pescados azules, pescados en conserva, huevos, hígado, mantequilla, margarina, lácteos enteros, y alimentos enriquecidos.

ISABEL

Tengo diabéticos en casa. ¿Qué edulcorante es más recomendable? ¿Con cuál se puede cocinar sin que pierda dulzor?

Los edulcorantes acalóricos se usan en lugar del azúcar, aportan sabor dulce a los alimentos y las bebidas sin aportar calorías extras, y pueden ayudar a controlar el nivel de azúcar en sangre en personas con diabetes. En 2012, la Asociación Americana del Corazón y la Asociación Americana de la Diabetes (ADA) publicaron un informe en el que se concluía que un uso sensato de los edulcorantes acalóricos puede ayudar a reducir la ingesta calórica y de azúcares. Todos los edulcorantes artificiales se procesan químicamente, y pueden venir añadidos en los alimentos, añadirse durante la preparación culinaria, o añadirlos en el momento de consumir el alimento o bebida.
Todos los que se consumen en Europa están regulados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que garantiza la seguridad de todos ellos siempre y cuando no se supere la Ingesta Diaria Aceptable (IDA), lo cual es muy complicado puesto que habría que tomar cantidades ingentes, imposibles.
En cuanto a cual es mejor, una vez aclarado que son seguros, el escoger uno u otro va a depender, fundamentalmente, del gusto personal por uno u otro y del uso que vayamos a darle. Por ejemplo, para usar en frío suele ser mejor un edulcorante líquido, ya que se va a mezclar mejor; para su uso fuera de casa quizá sea más cómodo el edulcorante en pastilla o polvo y en formato individual, etc. Salvo para las personas que sufren fenilcetonuria, que no pueden tomar aspartamo.
Sobre el uso de edulcorantes en la cocina, efectivamente no todos pueden ser sometidos a calor, ya que no todos son termoestables y pierden sus propiedades al aplicarles calor. A continuación, te detallamos algunos edulcorantes de los más conocidos que sí son termoestables y por tanto pueden usarse para cocinar:
- Acesulfamo K. De sabor dulce y fresco que se deja sentir muy rápidamente. Este edulcorante sin calorías es muy estable al calor y muy soluble, por lo que es apto para líquidos. En ocasiones se emplea junto con otros edulcorantes como la sacarina, aspartamo o ciclamato, ya que reduce los sabores indeseados que pudieran presentar.
- Ciclamato. Este edulcorante se emplea tanto como endulzante de mesa como para elaboraciones por ser muy estable a altas temperaturas. Además, al igual que el acesulfamo k, su combinación con otros edulcorantes, como la sacarina, neutraliza sabores indeseados.
- Estevia. Es estable hasta unos 200 grados de temperatura.
Ahora, hay que tener en cuenta que las propiedades del azúcar no es solo aportar sabor dulce, si no que también aporta textura, favorece la conservación, y es el responsable del color amarronado en el horneado de preparaciones dulces, con lo que algunas características de los alimentos cocinados con edulcorantes pueden ser diferentes, que no significa que sea malo, simplemente debemos acostumbrarnos.

BEGOÑA

Tengo una hija con alergia a la profilina, es decir, que tiene alergia a toda la fruta y a toda la verdura y frutos secos, me gustaría saber qué alimentos podríamos incluir en su dieta para compensar las vitaminas que aportan las frutas y verduras, gracias.

Las profilinas son unas proteínas presentes en vegetales, polen, látex y veneno de abejas, avispas y abejorros. Los pacientes alérgicos a profilinas reaccionan frente a estos alérgenos presentes tanto en alimentos vegetales como en pólenes o incluso en látex. Los síntomas más frecuentes son los orofaríngeos, el llamado síndrome de alergia oral (SAO), aunque pueden desarrollarse algunas reacciones potencialmente graves. Son de tipo inmediato, aparecen dentro de la primera hora tras la ingestión. El único tratamiento hoy, es evitar la exposición a las frutas y verduras que producen la reacción alérgica y tratar los posibles síntomas que aparezcan:
- Lo más habitual es que no todas las frutas y verduras produzcan la reacción alérgica, así que lo primero será, con el alergólogo, averiguar que frutas y verduras le afectan, mediante historia clínica, pruebas cutáneas, serológicas, etc.
- Eliminar de la dieta (y del contacto) las frutas, verduras y frutos secos que producen síntomas. A veces esto no es necesario, si los síntomas no son graves o resultan limitantes.
- Pautar tratamiento farmacológico, si fuese necesario.
- Dar las pautas necesarias para llevar una alimentación saludable y que no se produzcan déficits nutricionales consecuencia de la eliminación de alimentos. En esto, un dietista-nutricionista es necesario.
Es importante saber que las profilinas son muy sensibles al calor, con lo que tomar frutas y verduras cocinadas no suele dar problemas.
En cuanto al tipo de alimentación a seguir, de manera general, se recomienda que la base de nuestra alimentación sean alimentos vegetales, con lo que si realmente no se pueden consumir frutas y verduras, deberá reforzarse el consumo de legumbres y cereales integrales. Será importante llevar un control periódico para vigilar posibles déficits vitamínicos o minerales, y valorar la necesidad de tomar algún tipo de suplemento vitamínico-mineral.

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