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RAQUEL
Buenas tardes. Tengo 47 años y me cuesta mantener el peso a pesar de llevar un dieta equilibrada y sana. Creo que uno de mis inconvenientes es la retención de líquidos y me gustaría saber qué alimentos no podría tomar y cuáles, por el contrario, sí. En los embarazos sufrí una gran retención y hoy en día, en viajes largos, se me hinchan mucho los pies. Gracias y saludos.
Respecto a lo que implica a la alimentación, resaltamos 2 ideas que son importantes:
- Tomamos casi el doble del máximo diario de sal (cloruro sódico) recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los últimos datos nos muestran una media de consumo de sal de 9,8 gramos diarios, y la OMS recomienda no sobrepasar los 5 gramos diarios, equivalentes a 2 gramos de sodio (el 40% de la sal es sodio). Un consumo excesivo de sodio promueve la retención de líquidos, lo que puede empeorar el problema si ya existe. Además de ser un factor de riesgo de hipertensión y enfermedad cardiovascular.
- No existen alimentos diuréticos. No hay ningún alimento cuya ingesta vaya a solucionar, disminuir o evitar la aparición de edemas. Sí se recomienda seguir una dieta saludable en la que estén presentes las cantidades suficientes de frutas y hortalizas (los alimentos con mayor contenido en agua), y en la que no haya un exceso de sodio.
Sobre el consumo que hacemos de sal, desde hace tiempo ya sabemos que más del 75% proviene de los alimentos procesados y ultraprocesados, es decir, se añade durante el procesado, y es que la sal aporta sabor y actúa como conservante.
¿Qué se puede hacer para reducir el consumo de sodio?
- Conocer cuáles son los alimentos que más contribuyen a la ingesta de sodio para poder evitar un consumo excesivo: embutidos y otros productos cárnicos, panes, bollería y galletería, platos preparados, snacks salados, quesos, y conservas de pescados y vegetales.
- Priorizar, por tanto, la presencia de alimentos frescos o mínimamente procesados.
- Escoger las versiones bajas o reducidas en sal, por ejemplo, entre las conservas de pescado y vegetales, los caldos, los panes, encurtidos o quesos.
- Eliminar el líquido y lavar los vegetales en conserva (espárragos, zanahoria rallada, encurtidos, legumbre cocida...). El líquido en el que vienen sumergidos suele ser rico en sodio, por su acción conservadora.
- Si fuera necesario, reducir la cantidad de sal utilizada en la cocina. Podemos disminuir la sal poco a poco para que no lo note nuestro paladar, usar especias para dar sabor, utilizar sales bajas en sodio...
- Cocinar con técnicas que no generen agua sobrante para aprovechar al máximo el sabor de los alimentos. En el agua pueden quedar disueltas sustancias propias de los alimentos encargadas de aportar sabor.
Otras recomendaciones que pueden reducir la probabilidad de hinchazón de piernas y pies:
- Evitar el consumo de alcohol.
- Mover las piernas. Ejercitar la zona puede ayudar a una mejor circulación del líquido.
- Elevar un poco las piernas mientras estamos sentados o en la cama.