Está claro que la práctica de ejercicio tiene beneficios para la salud a cualquier edad. Además de realizar una actividad física adecuada a nuestra condición y edad es importante también cuidar nuestra dieta: un desarrollo saludable ha de combinar alimentación y actividad física. Con los años el cuerpo cambia y las necesidades no son las mismas.
¡Vamos a ponerlo en práctica!
- Buscar una actividad que nos guste. Puesto que es una rutina a incorporar en nuestro día a día, es importante hacer algo que nos entretenga, nos divierta.
- Adaptar algunos de nuestros hábitos de vida.
- No usar ascensores ni escaleras mecánicas.
- Bajar 1 o 2 paradas antes para hacer parte del trayecto andando.
- Realizar actividades no sedentarias durante nuestro tiempo de ocio: senderismo, jugar un partido de algo, videojuegos activos…
- Adaptar la actividad física a nuestra condición física.
- Practicar ejercicios en casa. Esto hoy cobra más importancia que nunca. Podemos ayudarnos de unas pesas, bandas elásticas, pelotas, pero también de objetos caseros como botellas, paquetes de pasta, arroz…
- No descuidar la hidratación.
- Empezar poco a poco, de forma progresiva.
Y por supuesto llevar una alimentación saludable adaptada a nuestra edad y necesidades.
EL EJERCICIO Y LA ALIMENTACIÓN DE LOS MÁS PEQUEÑOS (5 a 17 años)
Los niños más pequeños están en la mejor etapa para crear en ellos unos hábitos de alimentación saludables combinados con la práctica de ejercicio, por lo que animarles y acompañarles es nuestra responsabilidad. Dar ejemplo es fundamental.
Lo ideal es que practiquen unos 60 minutos diarios de actividades físicas de intensidad moderada o vigorosa. Juegos, deportes, desplazamientos, bailar, patinar, pasear a buen ritmo… Hay mil maneras de moverse, estar más sanos y reforzar músculos y huesos.
Recomendaciones:
- Realizar actividad en forma de juegos, deportes, actividades recreativas…, puede ayudar a que se convierta en hábito.
- Seguir una dieta que potencie frutas y verduras, cereales integrales, proteínas y grasas de buena calidad.
- Ingerir más calorías los días que hagan ejercicio ¡necesitan más energía! Las grasas más saludables y los cereales integrales pueden ser buenos aliados como el pan integral, frutos secos, aceite de oliva, aguacate, aceitunas o pescado azul.
- Si el ejercicio se realiza tras varias horas desde la última toma será recomendable que tomen algo antes de empezar. Aquí te dejamos una serie de recomendaciones para los snacks de los peques.
- Planificar los menús. Es bueno que los niños participen para que se sientan parte de la decisión y es una buena manera de educar en alimentación.