Mujeres que cuentan

Nunca oí la palabra solidaridad en mi casa, lo vi, porque los valores no se aprenden con sermones si no con hechos y vivencias

Nunca oí la palabra solidaridad en mi casa, lo vi, porque los valores no se aprenden con sermones si no con hechos y vivencias

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Ante el gran problema de la pandemia de este año, se presenta también una gran oportunidad


Neli Zaitegi se define como una profesora de vocación y afirma que “la educación es una labor de toda la sociedad, no solo de la escuela”. Ha pasado por todas las áreas de la educación: maestra de escuela, directora de un colegio, inspectora de educación y en la actualidad es la Presidenta del Consejo Escolar de Euskadi. Es una mujer referente, con una energía y una claridad de ideas admirable y nos cuenta que todos los grandes problemas, traen también grandes oportunidades y que seremos realmente torpes si no sabemos sacar nada bueno del confinamiento.

Afronta la vuelta a las aulas con optimismo y advierte que hay que acompañar a los alumnos emocionalmente tras 7 meses sin escolarizar, porque “el aprendizaje es una emoción”. También ve en esta coyuntura una oportunidad de educar a una generación para que sea capaz de enfrentarse con todo.

No tiene todas las respuestas, pero tiene claro que hay que plantearse preguntas que nos lleven a recapacitar y a construir una educación mejor. Algo que le preocupa especialmente es cómo se va a trabajar lo digital, porque no cree que, tras el desconfinamiento y la vuelta a las aulas haya que olvidarse de ello.

Aboga por inculcar un pensamiento crítico en las nuevas generaciones y por el trabajo en equipo. Mujeres, hombres, instituciones públicas, diputaciones, ayuntamientos, colegios y familias deben tener relación constante y fluida.

La vitalidad y el optimismo de Neli Zaitegi son contagiosos. Te animamos a darle al play y a conocer la historia de esta mujer referente y trabajadora incansable.

Yo nací en un caserío, entre vacas, ovejas… Eso imprime carácter. Empecé en la escuela muy tarde, pero lo cierto es que tuve una maestra estupenda y era una mujer que me enseñó a pensar todo aquel mundo que ella me abría, que yo no tenía. Yo le decía: «Yo de mayor quiero ser como tú». Soy Neli Zaitegi y soy una mujer que cuenta.

Los valores nunca se aprenden con sermones. Nunca oí en mi casa la palabra solidaridad. Era el periodo de una gran inmigración de gente que vino, terrible, de todos los sitios de España. Mi padre iba casa por casa pidiendo colchones para que la gente durmiera. Nunca me habló de solidaridad, ni nunca me dio una charla; yo lo vi.

Mi madre era una mujer con una energía, de una fuerza, inteligente… Y yo creo que fue como una referencia para mí que eran esas mujeres fuertes, que sabían lo que querían. Las mujeres, a la hora de elegir profesiones, aparece una cosa que se llama el techo de cristal y entonces buscan muchas de las profesiones que les permitan compaginar lo privado con lo público. Y el tema de los cuidados… Hay muchas más mujeres en Medicina, por ejemplo, lo eligen muchísimo las chicas, y sin embargo eligen menos ingenierías y no es porque estén menos dotadas, ¿eh? Yo hice un estudio para Emakunde en el año 2005, donde ese año, si las chicas hubieran querido no habría entrado ni un solo chico en ingeniería, porque las notas de selectividad de corte si hubieran querido, habrían ido todas allí.

Pues mira, yo estaba asustada. Creo que por primera vez en mi vida estaba perpleja, diciendo: «¿Cómo? ¿Cómo? ¡Que cerramos las escuelas!» Estuve en una escuela hace poco y estaban las batas de los críos y crías todavía colgados, como se habían quedado, porque habían salido por piernas. De un día para otro han tenido que reinventarse. ¿Cómo vive cada niño y cada niña eso en su casa? ¿Tienen aparatos, tienen ordenador en su casa? ¿Qué condiciones de casa vive ese crío o esa cría? El profesorado ha hecho un esfuerzo increíble; han llegado a los WhatsApp, al teléfono. El tema es cómo nos van a llegar ahora en septiembre, cómo nos llegan esos críos después de cinco, casi seis meses sin escolarizar. Eso va a ser complicado.

A ver, mi miedo es que la gente quiera volver a la escuela como si no hubiera pasado nada, y volver a la normalidad anterior. Eso me da pánico porque la gente se está preocupando mucho por el currículum: «¿Qué pasa con el currículum, con lo que no han aprendido?». Mira, a mí es que eso no me preocupa nada; me preocupa el bienestar porque si el niño o la niña está bien, habrá que recuperar la motivación, los tiempos, las rutinas…, pero va a funcionar. El problema es que como venga mal…

Todos sabemos ahora, todas las teorías sobre el aprendizaje dicen que el aprendizaje es emoción y que de una vez por todas nos demos cuenta de que la educación es una labor de toda la sociedad, no solo de la escuela. La educación no se puede dejar solo en manos de las escuelas. Las escuelas solas no pueden. Están cinco horas. ¿Dónde están todas las demás?

Y luego hay unas cosas que son estructurales pero que hay que empezarlas a hacer cuanto antes. ¿Cómo vamos a trabajar todo el tema de lo digital? Por favor, vamos a aprovechar todo esto que hemos aprendido para profundizar en lo digital. También el profesorado se tiene que reciclar y ver cómo es la enseñanza online de verdad. No podemos enseñar como antes: «Libro, página uno, página dos…» Tiene que haber elementos que enseñen a buscar la información, a seleccionarla, pensamiento crítico, capacidad de aprender… Y eso tiene que ver mucho con qué competencias necesitan los chicos y chicas, nuestros alumnos y alumnas de ahora, para vivir en un mundo complejo.

Esto no es solo de la escuela. Hemos visto lo importante que han sido las familias, ¿no? Bueno, pues ahora que la administración tenga una relación fluida con los centros, protocolos, las cosas lleguen… ¡Las familias! Hay que contar con ellas. Los ayuntamientos… Necesitaremos posiblemente utilización de espacios de diferente manera, más en la calle, parques…

Y luego, que no aprovechemos una oportunidad como esta para hablar de una gobernanza diferente, para hablar de una educación diferente, de una medicina diferente, una industria sostenible… Porque vamos a salir ganando todos. Esto es un tema en el que ganamos todos, ¿eh? Y desde luego, preparamos a una generación para enfrentarse a la vida con las herramientas que necesita para esta vida que viene.

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