Si hay dos platos populares de la dieta mediterránea que tienen como protagonista el tomate, y que brillan en verano, son el gazpacho y el salmorejo. Saludables, fáciles de elaborar y muy refrescantes, resultan perfectos para disfrutar de las verduras de temporada durante estos meses de más calor. Pero… ¿qué diferencias hay entre ellos?
Tomate, pimiento, pepino, aceite de oliva virgen, vinagre, ajo y sal. Así de sencilla es la receta del gazpacho. Luego, cada maestrillo tiene su librillo… Que si con más o menos ajo, que si con o sin cebolla, que si con pepino… Algo similar sucede con el salmorejo, una variación cordobesa del gazpacho, con tomate, aceite de oliva virgen, sal, ajo y pan. En cada casa se preparan de una manera.
Desde las versiones más clásicas, gazpacho andaluz y salmorejo cordobés, a nuevas alternativas (con diferentes frutas y verduras), son una buenísima forma de incluir más vegetales, frutas y alimentos crudos en nuestra dieta.
Gazpacho vs salmorejo, diferencias
Comparten reinado durante la temporada estival, pero no son lo mismo. Su diferencia reside tanto en la selección de los ingredientes como en la textura final. Por su lado, el gazpacho se elabora con tomate y hortalizas crudas, generalmente pimiento, pepino, cebolla y ajo. Se le añade agua y se adereza con aceite, vinagre y sal. Para servir, se suele acompañar de un picadillo de las mismas verduras con las que se elabora.
- Lleva agua por lo que su textura es líquida, similar a una sopa fría, y apta para beber.
- Al añadir pimiento y pepino adquiere un sabor más fuerte que el salmorejo.
- Contiene menos pan y aceite que el salmorejo, por lo que resulta algo más ligero (unas 40 calorías por cada 100ml).
- El salmorejo es una emulsión, por lo que su textura es similar a la de una salsa.
Un buen salmorejo cordobés, es más denso, con más cuerpo. Se elabora mediante un majado de tomate, miga de pan, aceite de oliva, ajo y sal. Suele acompañarse con virutas de jamón y huevo duro picado, a gusto del comensal.
- Es una emulsión de textura similar a la de una crema o mayonesa.
- Se toma con cuchara.
- Es algo más calórico que el gazpacho.
Se toma fresco y se puede congelar
El Diccionario de la RAE esboza una receta de gazpacho andaluz al enumerar sus ingredientes y lo describe como una sopa fría típica de Andalucía. No va desencaminado: se recomienda tomarlo recién sacado del frigorífico, bien fresquito.
Si preparas gazpacho en grandes cantidades, puedes conservarlo en la nevera hasta una semana en un recipiente con tapa y hermético. O, directamente, congelarlo. Si lo congelas en tarteras individuales, lo tendrás listo para disfrutar cuando más te apetezca: para llevar a la playa, a la oficina, de merienda al parque…
Dieta mediterránea y producto de temporada
La dieta mediterránea se define por el uso de hortalizas de nuestra huerta y la presencia del aceite de oliva virgen extra. Y de eso no falta en ninguno de estos platos.
Además, tomates, pepinos y pimientos son productos que están de temporada en los meses de verano. Eso significa que vamos a encontrarlos al mejor precio y en su mejor estado de maduración y, muy probablemente, de proximidad.
Aunque el gazpacho o el salmorejo son recetas muy sencillas, su éxito depende en buena medida del tomate que elijamos. Debe ser una variedad carnosa y estar bien maduro. Los que mejor resultado dan son el tomate canario o bola, el de rama y el tomate pera.
Saludables y llenos de vitaminas
Por su composición, ambos contribuyen a cumplir con las 5 piezas de fruta y verduras al día. Sí, has leído bien, también cumplimos con la fruta. Primero, porque el tomate es una fruta. Y son tan versátiles que en cocina admiten muchísimas variaciones.
Si te animas a innovar puedes añadir otros ingredientes como remolacha, cereza, mango… Seguro que en casa puedes sorprender con propuestas como gazpacho de cerezas, de pimientos de piquillo, de fresas y hasta gazpacho verde, donde el tomate se sustituye por melón.
Cualquiera de sus versiones nos aporta múltiples beneficios saludables, vitaminas y minerales. Nos ayuda mantenernos hidratados. Y, por si fuera poco, son muy asequibles.
Fáciles de preparar
La receta de cómo hacer gazpacho no tiene misterio: se lavan y trocean los ingredientes y se juntan en el vaso de batir hasta que queda una mezcla uniforme o al gusto. ¡Así de fácil! Si lo queremos más espeso, para tomar con cuchara, también admite pan.
En el caso de cómo hacer salmorejo, la elaboración es similar, salvo en un paso: hay que dejar el pan empapándose en los tomates triturados durante unos 10 minutos para dar la textura tan característica de este plato.
Disfrútalos en cremas frías, de aliño en ensaladas, como aperitivo (por ejemplo, en vasos de chupito), de merienda, entrante, plato principal o para una cena ligera.
Solo necesitas una buena batidora. Nada de fogones, ni horno, ni microondas. Un detalle positivo, ya que además de conservar toda la frescura de los alimentos, consumimos poca electricidad.
En cualquier momento y en cualquier lugar
Antes de que las cadenas de comida rápida pusieran de moda el take away, por aquí ya sabíamos lo que es llevar un buen tupper fresquito con gazpacho a la playa.
Ahora para hacerlo aún más fácil, en nuestros supermercados puedes encontrar gazpacho de sabor suave (sin pepino) y la receta tradicional. Además te lo puedes llevar en formato de un litro y de 330 ml para uso individual. ¿Eres más de salmorejo? Prueba nuestra referencia con aceite de oliva virgen extra.
¿Tienes jornada continua en la oficina? Tomate un brick antes de salir y llegarás a casa con menos hambre, evitando el picoteo mientras se prepara la comida.
No tienes excusa, este verano estés donde estés, disfruta de este plato típico de la dieta mediterránea. Y a ti, ¿cómo te gusta tomarlo?