La hidratación y el deporte son imprescindibles en tu día a día. Tan fácil como beber agua y hacer ejercicio moderado, tan difícil como saber calcular su justa medida. ¿Sabes cuáles son las claves para cumplir con lo que necesitas?
El poder del ejercicio físico
¿Por qué es bueno moverse?
Si el ejercicio físico se incorpora a la vida diaria, los beneficios están asegurados. El resto depende de un buen plan: elegir un ejercicio que te guste y plantearte objetivos sencillos. Se puede ir al gimnasio, hacer deporte a solas u optar por uno colectivo como el fútbol o el pádel. Dar el primer paso para dejar de lado el sedentarismo supone la mitad del éxito.
Incrementar la actividad física también tiene que ver con un cambio de hábitos en casa y en el trabajo. Bajarse del autobús una parada antes, subir las escaleras andando en lugar de coger el ascensor, organizar juegos activos con los hijos o nietos o cambiar de postura regularmente son ideas para no apoltronarse.
La actividad física diaria es fundamental para la salud, por eso es importante que forme parte de nuestras costumbres (caminar, subir escaleras…) y que tengamos alguna afición que no sea sedentaria (bailar, patinar, correr…). Si lo vemos como una obligación de la que no disfrutamos será muy difícil convertirlo en rutina.
