Lo encontrarás bajo la marca Eroski NATUR y señalizado con el sello de la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) “Ternasco de Aragón”. Destaca por su sabor único, resultado de una alimentación con leche materna y cereales naturales, y una crianza tanto en pastos de montaña y media-montaña como en las zonas más áridas del valle del Ebro.
La carne del Ternasco de Aragón es una carne de cordero tierna, sabrosa y saludable. Una fuente de proteínas, vitaminas y minerales con un muy bajo contenido en grasa saturada que puede considerarse cardiosaludable. Su consumo regular puede formar parte de una dieta sana, variada y equilibrada, convirtiendo al Ternasco de Aragón en exponente de la dieta mediterránea.
La colaboración de EROSKI con la cooperativa Ovieragón – Grupo Pastores se remonta a 1994 y ha sido desde entonces nuestro principal proveedor de Ternasco de Aragón. Una carne que, por su excepcional particularidad, fue la primera carne fresca reconocida con una Denominación Específica y que a partir de 1996 fue amparada por la Unión Europea como una Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.). Es también un producto que cuenta con la Marca de Garantía del Instituto Halal.
“Más de 500.000 kilos comercializados en EROSKI respaldan nuestra apuesta por el Ternasco de Aragón”
El aprecio del Ternasco por el consumidor de hoy ha supuesto un fuerte respaldo al desarrollo económico de más de 300 enclaves del medio rural aragonés. Los más de 500.000 kilos comercializados en nuestros establecimientos EROSKI de Ternasco de Aragón en los últimos tres años son un importante apoyo al sector primario de la región.
En nuestra red comercial, puedes encontrar Ternasco de Aragón hasta en 15 cortes distintos, lo que te ofrece una gran libertad para incluirlo de muy diversas maneras en tu dieta diaria. Desde la presentación más tradicional, bien horneado con patatas panadera, hasta maridado con infinidad de salsas o servido en los más atrevidos pinchos, brochetas o bocadillos, el Ternasco de Aragón admite presentaciones para todos los gustos y ocasiones; desde una cena informal hasta el más elegante de los compromisos. No sobrará nada, pero si es así, ¿que tal si sorprendemos con unos exquisitos canelones, una lasaña o un arroz?
Si en vez de guisado o estofado lo has presentado a la plancha o has preparado costillas, puedes picarlo en trocitos y servirlo con una sencilla salsa de tomate o una bechamel. Si has recurrido al asado, deshilacha las sobras y añádelas con un poquito de jugo a unas croquetas, una ensalada o unos huevos fritos.
¿Y quién ha dicho que es un plato contundente o de invierno? Combínalo con jamón y queso y prueba a hacer unos flamenquines o acompáñalo de salsa de yogurt y berenjena en un pan de pita para llevártelo de excursión. O, ya puestos, puedes lanzarte de pleno a la mezcla de culturas y atreverte a preparar un kebab de Ternasco de Aragón bien espolvoreado de ras al hanout. Tienes opciones hasta donde llegue tu imaginación.
¡Buen provecho!