En EROSKI tenemos una amplia gama de embutido riojano, principalmente de chorizo, comprado directamente 8 productores riojanos que siguen elaborando su producto de forma tradicional y que vendemos tanto dentro como fuera de esta comunidad.
Embutidos Alejandro, empresa familiar y con gran arraigo en la zona, es el encargado de fabricar el chorizo riojano marca EROSKI. La filosofía de Embutidos Alejandro es utilizar productos naturales para conseguir el máximo sabor, haciéndolos más saludables y siempre con un toque tradicional. Ninguno de sus chorizos contiene conservantes ni colorantes, su eslogan es “Sabor y Salud“.
Porque es bueno que sea de aquí, colaboramos mano a mano desde hace casi 15 años, y a día de hoy son cuatro los chorizos EROSKI que trabajamos juntos: picante, extra picante, dulce, y extra dulce. Pero siempre con la mejor materia prima y la mejor combinación de métodos tradicionales e innovadores.
Impulsada por el gobierno de La Rioja, en 2010, y para salvaguardar la excelencia de un producto que forma parte de su historia, surge la IGP Chorizo Riojano, que sirve para garantizar su sabor y que se distingue del resto por su sabor suave, aromático, ligeramente picante y su color rojo intenso.
Un riguroso control de calidad y la incorporación de la última tecnología, manteniendo siempre el respeto por la tradición y el saber hacer de antaño, han dado como resultado el reconocimiento del chorizo riojano como producto de calidad. Los distintos procesos de elaboración: picado, amasado, embutido y secado se efectúan siguiendo estrictos controles en instalaciones auditadas por el propio Consejo de la IGP.
“Porque es bueno que sea de aquí te ofrecemos chorizo riojano con IGP de la tierra”
Nos une una larga relación con muchos productores de la zona, como por ejemplo Martinez Somalo. Empresa de tradición familiar y muy referente en el mercado de embutidos locales con los que llevamos trabajando más de 15 años. Elabora sus embutidos bajo el eslogan “Como siempre”, y efectivamente sus productos tienen el sabor de siembre y las mejores materias primas tratadas con una perfecta combinación de tecnología y tradición.
Sin duda, el chorizo riojano es uno de los ingredientes más emblemáticos de esta región. La hospitalidad riojana se presenta históricamente en forma de un buen plato de chorizo cortado en rodajas. La matanza del cerdo se convertía en un auténtico acto social, que por un lado estaba destinado a reforzar los lazos de pertenencia de cada familia a la comunidad y por otro lado, mostraba la capacidad de grupo para procesar una gran cantidad de comida, transformarla y almacenarla de manera que pudiese estar disponible durante el año.
El chorizo amparado por la Indicación Geográfica Protegida “Chorizo Riojano” se caracteriza por su forma de sarta o herradura, con un calibre de 30-40 mm y un peso mínimo de 200 gramos. De consistencia firme y compacta, tiene un aspecto rugoso, de corte liso, bien ligado en el que se aprecia una diferenciación clara entre carne y grasa. Aroma equilibrado e intenso, persistente, con dominio de pimentón y de notas de ajo.