Ensalada Caprese

El tomate es un alimento con numerosas propiedades beneficiosas, de hecho, en algún estudio se ha cuestionado el tratarle como un alimento funcional. Estas propiedades vienen derivadas de su composición nutricional, de los fitoquímicos que contiene (sustancias con efectos beneficiosos), y, como algunos estudios científicos parecen indicar, el mayor beneficio de este alimento se debe al efecto sinérgico que existe entre todos sus compuestos. Casi el 94% de su composición es agua, y el resto son, sobre todo, hidratos de carbono y fibra, con lo que su aporte energético es muy bajo. En cuanto a vitaminas y minerales, destacan el potasio, la vitamina A, el ácido fólico, y la vitamina C; estas 2 últimas son muy sensibles a la acción del calor, pero como en este caso (y muy habitualmente) el tomate se consume en crudo la presencia de estas se mantiene intacta. Y en cuanto a los fitoquímicos que contiene destaca el licopeno, que es el pigmento responsable de su color y que además ejerce una acción antioxidante que se ve potenciada por la acción también antioxidante de las vitaminas A y C. En esta receta se combina el tomate con el queso mozzarella, que suma sabor, textura y nutrientes tales como proteínas de alta calidad, grasa, calcio, sodio, fósforo, selenio, y vitaminas A, K, D y B12. Aunque aporte grasa (16%, más o menos) y esta sea en mayor medida saturada, al igual que ocurre con la grasa saturada de los huevos, parece que debido al resto de componentes de los lácteos esta no tiene los efectos negativos sobre el organismo que ejercen otras grasas saturadas provenientes de otros tipos de alimentos. Sí conviene moderar los quesos curados o semicurados, por la alta cantidad de sal y porque en estos la presencia de grasa y calorías es mucho mayor.